Germinar semillas de radicheta (o radicchio) es un proceso bastante sencillo. Aquí tienes una guía paso a paso:

1. Preparar el suelo: La radicheta prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Si cultivas en una maceta, asegúrate de usar un sustrato adecuado.

2. Sembrar las semillas: Puedes sembrar las semillas directamente en el suelo o en bandejas de germinación. Si siembras en el suelo, hazlo a una profundidad de aproximadamente 0.5 cm. Si usas bandejas, siembra las semillas en la superficie y cúbrelas ligeramente con tierra.

3. Espaciado: Deja un espacio de unos 15-20 cm entre las plantas si siembras directamente en el suelo. Si usas bandejas, planta las plántulas a unos 5-10 cm de distancia cuando las transfieras al suelo.

4. Riego: Mantén el suelo húmedo pero no encharcado. El riego constante es clave para una buena germinación, pero asegúrate de que el agua no se acumule.

5. Temperatura: La radicheta germina mejor en temperaturas frescas, entre 15 y 20°C. Puedes cubrir las semillas con un plástico o una lona para mantener una temperatura adecuada y una humedad constante.

6. Luz: Después de que las semillas germinen, asegúrate de que las plántulas reciban suficiente luz. Si están en un lugar con poca luz, considera usar luces de cultivo para promover un crecimiento saludable.

7. Transplante: Cuando las plántulas tengan unos 5-10 cm de altura y tengan al menos dos pares de hojas verdaderas, estarán listas para ser trasplantadas al suelo o a su ubicación final.

8. Cuidados adicionales: La radicheta no es muy exigente, pero beneficia de un riego regular y un suelo enriquecido con compost. Además, es útil controlar las plagas y enfermedades.